En qué se basa la teoría del existencialismo?
martes, 27 de abril de 2010
GLOSARIO:
2.- Personalismo: representa una corriente de pensamiento que tiene como centro de sí a la persona. Considera al hombre un ser subsistente y autónomo, esencialmente social y comunitario, un ser libre, un ser trascendente con un valor en sí mismo que le impide convertirse en un mero objeto.
3.- Agnosticismo: es aquella postura filosófica o personal que, a grandes rasgos, considera inaccesible para el ser humano todo conocimiento de lo divino y de lo que trasciende o va más allá de lo experimentado o experimentable. El agnosticismo es una doctrina basada en observaciones y experiencias, y por lo tanto declara como inaccesible todo fenómeno que escape de la experimentación o reproducibilidad.
4.- Existencia: "estar en el mundo", distingue el hecho de existir de los modos del existir.
5.- Fenomenología: es una parte o ciencia de la filosofía que analiza y estudia los fenómenos lanzados a la conciencia, es decir, las esencias de las cosas. Dicho de otro modo, la fenomenología es la ciencia que estudia la relación que hay entre los hechos (fenómenos) y el ámbito en que se hace presente esta realidad (psiquismo, la conciencia).
6.- Filosofía: 'amor por la sabiduría', es una parte o ciencia de la filosofía que analiza y estudia los fenómenos lanzados a la conciencia, es decir, las esencias de las cosas. Dicho de otro modo, la fenomenología es la ciencia que estudia la relación que hay entre los hechos (fenómenos) y el ámbito en que se hace presente esta realidad (psiquismo, la conciencia).
PENSAMIENTO DE GABRIEL MARCEL
jueves, 15 de abril de 2010
BIOGRAFÍA DE GABRIEL MARCEL
Gabriel Marcel (París, 7 de diciembre de 1889 - 8 de octubre de 1973) fue un dramaturgo y filósofo francés. Sostenía que los individuos tan sólo pueden ser comprendidos en las situaciones específicas en que se ven implicados y comprometidos. Esta afirmación constituye el eje de su pensamiento, calificado como existencialismo cristiano o personalismo.
Se convirtió al catolicismo en 1929, y fue profesor en la École Normal Supérieure de París y en varios institutos franceses y de otros países. Además de su obra filosófica, hay que mencionar su actividad como crítico teatral para Les Nouvelles Littéraires y sus obras dramáticas, como Un hombre de Dios (Un homme de Dieu, 1925). Otras obras suyas dignas de mención son Diario metafísico (Journal métaphysique, 1927, 1935), Ser y tener (Être et avoir, 1935); Du refus à l'invocation (1940); Homo viator (1944); El misterio del ser (Le mysthère de l'être, 2 vol. 1951); Le déclin de la sagesse (1954); En chemin, vers quel éveil(1971), Percées vers un ailleurs (1973), La Capilla ardiente y El mundo quebrado.
En su pensamiento se hace sentir la doble influencia bergsoniana y de pensamiento idealista angloamericano, sobre todo por lo que se refiere a la enseñanza ética y religiosa de Bradley y Royce. Defendió el primado de la filosofía del conocimiento, y afirmó que la metafísica no debe degradar el misterio ontológico a problema sino reconocerlo como tal. Su pensamiento es esencialmente una filosofía de lo indemostrable, una exploración de los elementos de la realidad que no se pueden aprehender mediante el conocimiento objetivo.
En el plano metodológico, distingue entre una primera reflexión, que crea espontáneamente los conceptos y los juicios de valor que se encuentran en la base de la representación habitual del mundo exterior, y una segunda reflexión que, analizando la primera, descubre sus contradicciones y distorsiones. De esta forma, suscita en nosotros un conocimiento más auténtico de la propia experiencia y de sus implicaciones.
Esta "reflexión a la segunda potencia" conduce a la percepción de la inmediatez que, según el autor, es al mismo tiempo conocimiento y ser. La diferencia entre "problema" y "misterio" consiste en que el primero se caracteriza por estar totalmente delante del sujeto, permitiendo distinguir entre el sujeto y el objeto, mientras que el misterio, por el contrario, es algo en lo que el yo se encuentra inmerso y comprometido, donde es abolido el límite entre el yo y lo otro. Por lo tanto, el conocimiento implica al propio ser, es interior, y constituye a su vez un misterio que la metafísica deberá reconocer.
La fenomenología del misterio del ser, que el autor describió en sus manifestaciones fundamentales (la fidelidad, el amor, la esperanza, la familia) entra directamente en contraposición con el planteamiento posesivo y utilitarista propio de la época contemporánea, que se resume con el término "tener". La lucha contra este "esprit de l'avoir" es esencial para construir la verdadera posibilidad de la revelación del ser.
Por lo que se refiere a la reflexión sobre la noción de verdad, reconoció la influencia del pensamiento de Heidegger. La verdad, opuesta a la objetividad como simple verificación, es la forma que adquiere la llamada del ser y la respuesta que le da el sujeto. El último período de su especulación filosófica se caracteriza por su crítica a la categoría de utilidad y por el acercamiento de la filosofía al plano de la sabiduría.